Los musulmanes no creemos ni aceptamos el “pecado original”. No creemos que cada ser humano nazca cargando la falta cometida por su ancestro primero, Adán (P). Si bien creemos en Adán (P) y en su historia, el Islam tiene al respecto una visión particular, diferente a la del Cristianismo, y no aceptamos que el error de Adán (P) se haya transmitido a toda la Humanidad, cargando a cada ser humano con un pecado desde su nacimiento. Para el Islam, cada ser humano nace en la pureza, en un estado libre de toda mancha o corrupción o pecado. Y cada alma es responsable sólo por lo que hace, sin cargar con lo que hayan hecho sus antepasados o sus contemporáneos. Dice el Corán: «Dios no es injusto en absoluto con los hombres, sino que son los hombres los injustos consigo mismos» (Corán 10:44) Para el Islam, todo ser humano nace puro e inocente, en un estado llamado fitrah, su naturaleza primigenia, que es pura y buena. Luego al crecer, a través de su libertad de acción y voluntad elige una de las posibilidades que tiene delante suyo: hacer el bien o hacer el mal. Así va juntando méritos o faltas, y el Día del Juicio será juzgado por esto, recibiendo su remuneración: el premio del Paraíso o el castigo del Infierno.
Añadir nuevo comentario