Mabaz significa resurgimiento, es el día más significativo, en el que el sol ha brillado. Es el resurgimiento no sólo de los valores humanitarios, sino del propósito básico de la vida y la meta hacia la cual la humanidad se está moviendo. Por lo tanto, es más significativo que la creación de Adán y el comienzo de la raza humana. Es más importante que la separación de las aguas del mar para que al Profeta Moisés (P) se le permitiera el paso seguro de la opresión del Faraón. Es más precioso que el milagroso nacimiento virginal del Profeta Jesús (P) sin la asociación de ningún varón para su madre, la Virtuosa María (P).
Este es un gran día para los musulmanes del mundo, pues es el nacimiento del Islam a través de la palabra divina revelada al Profeta Muhammad (La paz de Dios sea con él y su descendencia) Dios El Altísimo, lo eligió a los cuarenta años para que inicie su misión profética y transmitir el último mensaje para la humanidad. Cuenta la historia que, durante los años previos a su misión, Muhammad (P) pasó mucho tiempo en soledad, adorando al Todopoderoso. A veces se aislaba de la gente pasando un mes en retiro en una cueva llamada Hira. Nunca rechazaba a los pobres y necesitados y daba de comer a cualquier persona que le pedía; hombre sencillo pero piadoso, honorable y generoso; en su época, donde reinaba el vicio y la corrupción, fue llamado “el digno de confianza” – Amin
El Profeta Muhammad (P) estaba en el monte Nur, en la cueva de Hira cuando comenzó la misión profética y se le revelaron los primeros versículos del Corán con el descenso del Arcángel Gabriel:
¡Lee en el nombre de tu Señor que os creó!; quien ha creado al hombre a partir de un coágulo; ¡Lee, que tu Señor es el más Generoso!; Quien os enseñó (escribir) por medio del cálamo (pluma); Quien enseñó al hombre lo que no sabía. (Corán 1-5)
Después de completar treinta días en soledad y adoración, regresaba a la ciudad de Meca, y antes de ir a su casa, realizaba la circunvalación al Ka'ba (Tawaf), el Profeta (P) comenzó a enseñar el Islam a su propia familia, por lo que las primeras personas que creyeron en su Profecía fueron su esposa Jadiya, de entre las mujeres, y su primo Alí Ibn Abi Talib (P) de entre los hombres. Según algunas narraciones mencionadas en fuentes sunitas y shiítas, Alí (P) estaba junto con èl en la cueva de Hira, en el momento de la revelación del mensaje divino.
La transmisión inicial del Islam fue limitada y en secreto durante tres años, pero el número de musulmanes comenzó a crecer rápidamente y pronto mucha gente empezó a rezar junto con el Profeta (P) en La Meca. Luego por orden de dios hizo la invitación pública al Islam.
Dios envió al Profeta del Islam (PB) en una época donde había pasado mucho tiempo desde la profecía de los profetas anteriores. Las naciones humanas estaban en un profundo sueño de ignorancia y el pecado y la corrupción se habían manifestado en cualquier parte. Las llamas de la guerra habían quemado muchos pueblos y el mundo estaba en la oscuridad de engaño y arrogancia.
En aquellos tiempos, el Profeta del Islam (la paz sea con él y con su descendencia), mediante su religión divina, desgarró el manto de la oscuridad que había cubierto todo el mundo.
En el Sagrado Corán, Dios, Exaltado sea, se ha referido a diferentes aspectos y filosofías del envío de los profetas y las religiones celestiales, describiendo al Profeta del Islam (PB) con los siguientes atributos:
Él invita a las personas hacia la bondad, prohíbe la maldad, considera licito lo puro y considera ilícito lo impuro. El Corán dice en una aleya: “les ordena el bien y les prohíbe el mal, les permite todo lo beneficioso y solo les prohíbe lo perjudicial, y les abroga los preceptos difíciles que pesaban sobre ellos. Y quienes crean en él, lo secunden, defiendan y sigan la luz que le ha sido revelada, serán los bienaventurados.”
Precisamente, los asuntos antes mencionados se tratan de la prosperidad y la perfección del ser humano, la meta que cualquier persona está buscando en su vida.
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